A la hora de internar a nuestros mayores en un centro de día, residencia o asilo, ya sea temporal o definitivamente, a los familiares suele surgirles la duda de qué sitio puede ser más idóneo para el anciano.
En primer lugar, debemos saber que cada centro tiene sus características y servicios, puesto que atienden a necesidades diferentes.
Sin embargo, vamos a ahondar un poco más en el tema para explicar cuál puede ser la más adecuada según qué situación.
Centro de día
Se trata de un tipo de centro orientado a ancianos que todavía no requieren una asistencia continua. En ocasiones, este centro se puede utilizar como el paso anterior a la residencia.
Un centro de día es capaz de ofrecer diversos servicios de asistencia médica, con un equipo de médicos, enfermeros, terapeutas, etc., y además, otros profesionales en base al centro o a las necesidades específicas del anciano.
La atención que se ofrece en un centro de día, como su propio nombre indica, es únicamente diurna, pero es una atención integral y personalizada. Esto hace que los residentes puedan continuar viviendo en sus domicilios, sin dejar de prestar atención a su seguimiento médico.
Hay otros tipos de centros de día que se encuentran especializados en el tratamiento de ciertas enfermedades neurodegenerativas, haciendo uso de terapias que se dirigen al mantenimiento de su agilidad mental en la medida de lo posible.
Tipos de centro de día
Hay dos maneras de dividir los centros de día: una es en base a su titularidad jurídica, y otra según su tipo de público.
Según su forma jurídica, se dividen en:
- Públicos: son completamente gratuitos y dependen de la Administración pública.
- Privados con ciertas plazas concertadas: son propiedad de una entidad no lucrativa o mercantil, pero tiene cierto porcentaje de sus plazas concertadas con la Administración.
- Privados.
Según su público objetivo, se clasifican en:
- Válidos: se trata de centros privados dirigidos a personas capaces de valerse por sí mismas. Normalmente los residentes de este tipo de centro de día suelen acudir a realizar actividades y socializar.
- Asistidos: se basan en ayudar a las personas que lo necesitan o que no pueden realizar las actividades de su día a día.
- Mixtos: cuentan con residentes de ambos tipos anteriores.
Residencia de la tercera edad
Podemos definir una residencia de ancianos como un centro donde las personas mayores pueden vivir, ya sea temporal o permanentemente. Por norma general, los residentes de este tipo de centros suelen necesitar algún tipo de cuidado especial.
Las residencias tienen como objetivo principal cuidar la salud y el bienestar de las personas mayores y generar confianza y tranquilidad en las familias que confían en ellas.
Se trata de un centro donde el anciano se queda a vivir, como decíamos, ya sea temporalmente (como, por ejemplo, durante las vacaciones de verano), como definitivamente. Es decir, las residencias ofrecen un servicio íntegro de atención y vivienda. En las residencias existen personas de contacto encargadas de mantener al día a las familias acerca de la situación de su familiar, y también cuentan con equipos sanitarios comprometidos y especializados en la tercera edad.
Tipos de residencias
Al igual que los centros de día, existen tres tipos de residencias: las privadas, públicas y concertadas, con características similares a los anteriores.
Sin embargo, también podemos dividirlas en base a su número de plazas:
- Pequeñas: hasta 40 plazas de ocupación.
- Medianas: entre 40 y 100 plazas.
- Grandes: entre 100 y 200 plazas.
- Muy grandes: más de 200 plazas.
Asilos de ancianos
Los asilos de ancianos también se llaman establecimientos de cuidados especializados de enfermería. Este tipo de centro es capaz de ofrecer una amplia gama de servicios de salud y cuidado personal a sus pacientes.
En los asilos, la prioridad es la atención médica, primándola por encima de cualquier otro tipo de atención. Sus servicios suelen incluir atención de enfermería, supervisión las 24 horas, dietas adecuadas al anciano y ayuda con las actividades cotidianas. También pueden ofertar servicios de rehabilitación y terapia ocupacional.
Es habitual que algunas personas se queden en un asilo durante un breve periodo de tiempo tras una estancia en el hospital, y después, se vayan a casa. No obstante, la mayoría de los residentes de los asilos suelen vivir allí de forma permanente debido a algún tipo de trastorno que requiere supervisión y cuidados constantes.
Diferencias entre residencia, centro de día y asilo
Para explicarlo de forma más visual, utilizaremos una tabla para mostrar las diferencias:
Por último, tened en cuenta siempre que la prioridad a la hora de escoger un tipo de centro para nuestros mayores es su comodidad y sus necesidades.