Si hay un mito que podemos descartar al 100% en torno a la tercera edad, es la inexistencia del amor. Ahora que se acerca San Valentín, es muy importante recalcar que el amor existe, a cualquier edad, y en cualquier momento. Y, sobre todo, que es igualmente disfrutable y nos puede aportar muchos beneficios, tanto a nivel psicológico como físico.
Además, se ha demostrado que las personas con pareja tienen vidas más largas y felices.
En los últimos años, se ha observado un aumento de nuevas parejas de más de 65 años, de lo que se puede concluir que, por suerte, este tema cada vez es menos tabú.
¿Cómo es el amor para nuestros mayores?
Debemos tener en cuenta que muchos de nuestros mayores se encuentran separados, viudos o solteros, y nunca se puede dar todo por perdido, o renunciar a la esperanza de encontrar el amor, sea cuando sea.
Enamorarse es una de las sensaciones que mayor felicidad nos puede aportar. En el caso de nuestra vejez, además, nos puede dar mucha compañía e ilusión, y en ocasiones, puede ser justo el impulso que nuestros seres queridos necesitan para seguir adelante.
Uno de los hechos que diferencias quizá el amor en esta etapa es la necesidad de mantener cierta privacidad, su espacio vital propio. Hay que tener en cuenta que la existencia de familias diferentes, ya arraigadas, provoca una separación clara entre la pareja. En ocasiones, incluso, puede darse que los hijos no acepten esta nueva relación de sus padres, o existan cuestiones económicas que sean insalvables.
Beneficios de enamorarse en la tercera edad
Además de la felicidad intrínseca que puede aportar a nuestros mayores compartir su vida con alguien, el amor les provee de una serie de beneficios que también son muy importantes:
- Compañía: una vez alcanzamos la vejez, una de las cosas que más se valoran es el tener a alguien a tu lado. Entre otras, cosas, sientes que, si te ocurre algo, alguien estará ahí para ayudarte.
- Ilusión: la ilusión de enamorarse jamás se pierde, eso es un hecho. Puede llegar a ser una razón muy relevante, incluso, para continuar luchando en los casos más difíciles.
- Socialización: a medida que se crece, solemos dejar esta parte a un lado, pero, sin embargo, es muy importante no perderla. Con alguien al lado, es más fácil encontrar puntos en común o iniciar conversaciones.
- Memoria: dado que los trastornos frecuentes en los mayores son los relacionados con la memoria, como la demencia o el Alzhéimer, en ocasiones se debe dedicar un tiempo especial a trabajarla. En el caso de una pareja, es tan simple como recordar momentos pasados.
- Seguridad y autoestima: el tener pareja fomenta la sensación de seguridad y la imagen que tenemos de nosotros mismos.
- Mejora de la calidad de vida: el saber que se pueden compartir intereses y experiencias con alguien produce un aumento de la calidad de vida de cualquier persona.
Mitos del amor durante la vejez
Como decíamos al principio, existen muchos mitos en torno al amor en la tercera edad. En muchas ocasiones, es triste que haya personas que renuncien al amor a causa de estos bulos. así que vamos a intentar echarlos abajo y no perder la esperanza.
- “El amor en la tercera edad no existe”: las personas son capaces de enamorarse durante toda su vida, en cualquier momento.
- “El adulto mayor no necesita relaciones amorosas”: está más que demostrado que el ser humano necesita amor y afecto para ser feliz, puesto que es un ser intrínsecamente sociable. Además, también son básicas para un envejecimiento sano y saludable.
- “Los ancianos se sienten culpables al iniciar una relación tras enviudar”: enamorarse de nuevo no implica borrar automáticamente los recuerdos de otra persona que ha tenido un lugar en nuestro corazón. Si, por desgracia, es una persona muy joven la que enviuda por la razón que sea, es probable que a nadie se le ocurriese pensar que no debería rehacer su vida. Esto es aplicable también en la vejez.
Nosotros creemos que es posible, beneficioso y, sobre todo, muy bonito el enamorarse en la última etapa de nuestras vidas. Se trata de una experiencia capaz de llenarnos plenamente, y sobre la que caen muchos mitos que es esencial desmentir.
¡Os deseamos un feliz San Valentín!